«CON LOS ROMERO NO TENGO RENCOR Y NOS DIJIMOS LAS COSAS A LA CARA».

Diego Monarriz, entrenador de la Reserva de San Lorenzo, habló de su experiencia como DT en Primera División y del conflicto con los hermanos Ángel y Óscar Romero.

Aquel entretiempo del encuentro ante Talleres en Córdoba marcó un antes y un después para Diego Monarriz como técnico de la Primera de San Lorenzo. La discusión con los gemelos Romero, que dejó secuelas en el grupo, sumada al flojo rendimiento colectivo, y a los últimos resultados negativos provocaron su salida consensuada.

«Los Romero son dos pibes excepcionales, pero hubo muchos obstáculos en el medio. No tengo rencor y nos dijimos las cosas a la cara»

 «Nunca se me fue nada de las manos, pero soy consciente de que todo siempre cae sobre el técnico principal. Todo dolió un poquito más porque se trataba del club en el que nací», mencionó Diego en referencia a los conflictos dentro del vestuario.

«El tiempo te hace reflexionar. No me puedo quejar de mi paso como técnico de la Primera de San Lorenzo, porque me dieron todo. Tuve total libertad para manejar todo a mi parecer. Nunca quisieron imponerme nada y tenía todo el apoyo», manifestó el ex ayudante de campo de Eduardo Coudet en Rosario Central.

«Cuando las cosas no van bien a nivel de resultados tenes que dar un paso al costado. No podes quedarte aguantando algo que no va, porque la salida después es peor».

Pese a esto, Monarriz continúa siendo parte del proyecto del Club, y por tal motivo retomó su tarea como conductor de la Reserva, con la cual había obtenido la Superliga y la Copa de la Superliga, además de haber potenciado a jugadores como Adolfo Gaich y Julián Palacios, actualmente afianzados en el plantel profesional.

«Hoy mi prioridad está en la Reserva y no pienso en nada más. La única oferta que tengo es la de la verdulería cerca de mi casa», aseguró en diálogo con el programa «Una moneda al aire», por FM 94.7. Fiel a su estilo no dejó de lado el humor a la hora de declarar.

Por último, ante la consulta de cómo es su relación con la dirigencia del Ciclón, respondió: «Es excelente, los dirigentes sabían de mi intención y había muy buen clima y fraternidad, nuestra prioridad fue consolidar a los jugadores más jóvenes y de divisiones inferiores y ese objetivo no me lo saca nadie», sentenció.