El Ciclón perdió por 4-3 en el Nuevo Gasómetro ante Defensa y Justicia, a pesar de haber reaccionado y casi igualar el juego. Los pibes, fueron fundamentales para que no sea una goleada histórica.
El CASLA suma un punto de nueve y hoy, en el primer partido como local, tuvo una dura derrota ante el Halcón de Varela que pateó diez veces al arco de Torrico. Al igual que en las dos fechas anteriores, el equipo comandado por Pedro Troglio no generó ocasiones de gol en la primera mitad y lo sufrió. Ahora, habrá que cambiar rápidamente el chip y ponerse a pensar en Argentinos Juniors.

San Lorenzo salió a la cancha con el cuchillo entre los dientes y comenzó a dominar el juego, pero sin lastimar el arco de Defensa y Justicia. Sin embargo, a los ocho minutos del pitazo inicial, llegó la primera ocasión de gol para la visita. Centro cruzado de Pizzini y Bou de cabeza le ganó a toda la defensa y abrió el marcador. Con el correr de los minutos, los de Boedo intentaron volver a lo planeado. A pesar de eso, el equipo de Beccacece presionó en la mitad de cancha y logró que se parta el medio campo azulgrana. A los 28 minutos, Peruzzi salió a la mitad de la cancha para cortar pero Bou le ganó la posesión, se la tocó a Rotondi que trabó y le ganó a Zapata, se la dejó a Merentiel y fue el encargado de aumentar la diferencia. Al rato, Troglio tuvo un fuerte dolor de cabeza: se lesionó Gonzalo Lujan (fractura de clavícula) y tuvo que hacer su primer cambio. El equipo, sin generar peligro alguno se fue al descanso perdiendo 2-0.

En la segunda mitad entró Agustín Martegani, el jugador clave que cambió el partido. Sin embargo, tres minutos después del arranque, Pizzini escapó por la derecha, metió un buscapié que cruzó toda el área. Rotondi, completamente solo puso el 3-0. Pero, a los 55 minutos la historia empezó a modificarse: Flores lo encontró solo a Martegani en la medialuna del área, se acomodó y metió un derechazo cruzado que sirvió para la reacción. El mismo jugador ingresado en el entretiempo, el pibe Martegani, fue el encargado de patear un tiro libre a la olla para que Cristian Zapata achique aun más la diferencia. En el medio del empuje desde las tribunas y las subidas constantes de los Cuervos, Hilfer cobró un penal tras una mano de Tomás Silva fuera del área. Como siempre, Torrico salvó el arco azulgrana. Claro, ahí el envión anímico incrementó. Pero al quedar mal parados en el fondo, Pizzini la tuvo fácil para poner el 4-2. En el descuento, Soto se metió un gol en contra y dejó el partido abierto para que el CASLA iguale el marcador. A falta de veinte segundos, Ricardo Centurión quedó mano a mano con el arquero rival que le tapó el empate.
