San Lorenzo le ganó a Racing por 2-1 en Avellaneda y consiguió romper dos rachas negativas. ¿Vombergar? La figura.
Los clásicos se ganan, no importan las formas ni cómo. Solamente hay que ganarlos. Hoy rompimos dos rachas: volvimos a ganarle a Racing como visitante (la última vez fue en el 2013) y ganamos nuestro segundo partido consecutivo (no lo hacíamos desde julio del 2021). Nos mataron a patadas, lloraron todo el partido y terminaron sufriendo al Ciclón.
El primer tiempo no fue bueno, nos manejaron la pelota y parecía que teníamos que agradecer si empatábamos. Ahora, la defensa fue excelente. El equipo cuidó el arco de Batalla en bloque y ellos no pudieron generar ocasiones claras. Ahora, San Lorenzo no pasó mitad de cancha en 45 minutos. Pero cuando lo hizo, tuvo dos tiros libres peligrosos para poder convertir. Del primero se encargó Fernández Mercau y del segundo, Cerutti. Ninguno de los dos pudo pasar la barrera. ¿No practican tiros libres? Incluso, los laterales fueron siempre para blanquiceleste. ¿Falta de concentración? ¿Nervios? No lo se. Pero lo que si se, es que eso no puede pasar. Hay que aprovechar cada pelota, especialmente porque nos cuesta llegar al arco rival.

El segundo tiempo fue otra cosa, fuimos un verdadero Ciclón en Avellaneda. Entró Vombergar y cambió el partido, hizo todo bien. En el primer gol, se la bajó a Méndez para que abra el marcador y en el segundo, ganó, corrió y definió como un nueve de calidad. Los pibes en defensa jugaron un partidazo, especialmente Hernández, que no dejó pasar a un rival. El único error que podría encontrar en el fondo fue en el gol para los locales. Pelota en el área chica es del arquero, pero bueno; Batalla no creyó que sea oportuno salir y tuvo que ir a buscarla bajo los tres palos.
Volvimos a ganar y sorprendentemente, seguimos de buen humor. Ahora se viene Rosario Central, en el Pedro Bidegain. La cancha va a explotar y buscaremos seguir por el buen camino.
¡VAMOS, CICLÓN!
