Las negociaciones por renovar el préstamo con Cristian Zapata que lleva adelante Matías Caruzzo tendrían viento de cola.
El defensor colombiano es un pilar de la defensa de Rubén Insúa, el manager lo sabe y por eso la intención es poder contar con «Coca» para 2023, puesto que San Lorenzo tendrá más frentes que atender por la clasificación lograda a Copa Sudamericana. Situación que obliga a engrosar el plantel pero a la vez permite una entrada de dólares que permitirá balancear contratos y poder salir al mercado con algo de billetera, distinto escenario que el pasado libro de pases.
En definitiva, la continuidad de Zapata está muy ligada a la clasificación de última hora, al aporte que genera por la tranquilidad que contagia a los juveniles que lo acompañan y en este sentido San Lorenzo gana por partida doble: además de todo lo que sacó de arriba, claramente potenció el nivel de Gattoni y Hernández. A mi modo de ver, Zapata vale la inversión y ojalá por la cabeza del colombiano (nación que, sin generalizar, ha tenido desplantes raros en algunos apellidos; por caso, Cardona se fue recientemente de Racing sin mediar avisos) esté la idea de seguir en el club gobernando su deseo.
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