Jugó, metió y ligó: San Lorenzo 2-0 Talleres

Muy buen partido del conjunto azulgrana que justificó su triunfo ante Talleres de Córdoba en el Nuevo Gasómetro. Un encuentro que debe ser el punto de partida y de confianza para el equipo. 

En la jornada de domingo del Nuevo Gasómetro, San Lorenzo de Almagro y Talleres de Córdoba se medían por la fecha número 12 de la Liga Profesional de Fútbol. Con realidades muy dispares en el torneo local, uno peleando arriba y otra en la zona baja de la tabla, pero con la particularidad de que ambos planteles venían de ser eliminados de la Copa Libertadores de América entre semana. 

El partido, de arranque, fue planteado mejor por Talleres. El equipo cordobés manejó la pelota la mayor parte del tiempo y propuso la iniciativa del juego. Por su parte, el Ciclón intentaba lo que mejor le sale que es cortar y correr al espacio para lastimar. El que aviso primero fue la “T” con dos pelotas a las espaldas de los centrales que, por poco, no llegaron a definir los jugadores visitantes. San Lorenzo tuvo un remate de Sosa, tras un desborde de Tripichio, que se fue besando el palo. La más clara de la visita encontró una dudosa respuesta, pero atajada al fin, de “Chila” Gomez y después se la llevó puesta por arriba del travesaño Matías Galarza de Talleres. A los 20’ un quite, una corrida y una excelsa definición de Nicolás Tripichio hizo que Herrera vuele para concretar una gran atajada. El partido de repente empezó a ser muy friccionado y constantemente interrumpido, más allá de un dubitativo arbitraje de Nasareno Arasa que amonestó a Romaña y a Sosa de manera apresurada. Pero a los 35’ llegó el gol: otra jugada de un descomunal Tripichio ir asistió de manera perfecta a Cuello que picó entre los centrales y se fue mano a mano para definir de tres dedos y entonar el primer grito sagrado en la tarde del Bidegain. Con el gol, el equipo de Romagnoli se acomodó mejor en campo y casi no sufrió hasta irse al descanso (solo una jugada de Barticiotto que definió muy mal). Con el 1-0 a favor, nos fuimos al descanso. 

Para el segundo tiempo, la visita metió cambios de arranque para tratar de empatarlo y volvió a tomar las riendas del encuentro. Así y todo, tras una pelota parada Romaña ganó en el área y sacó una cabezazo que se fue muy cerca del arco. Tras esa jugada, se produjo un error del técnico de San Lorenzo: metió a Luján y Remedi para sacar a Reali y a Tripichio y formar línea de cinco en el fondo. Con ese esquema, Talleres tuvo la chance más clara que por centímetros no terminó siendo el empate. Un remate que produjo un defectuoso rebote de Gómez (otra vez) y una segunda jugada que pegó en el palo y recorrió toda la línea del arco sin meterse. Está tarde si, la suerte estuvo del lado azulgrana. El “Pipi” se dio cuenta y enmendó su error cuando sacó a un candado Arias y metió a Bustos. Instantáneamente, Elian Irala se inventó un golazo: la agarró de volea (con su pierna inhábil) afuera del área y la clavó junto a un palo para dejar sin nada que hacer a Guido Herrera. El final fue puro nerviosismo e importancia de los jugadores de Talleres y paciencia de los del San Lorenzo para manejar la pelota y hacer que pase el tiempo. En la última, Botta agredió a Romaña y se debería haber ido expulsado, pero el VAR no quiso llamar y ahí se terminó el partido. Merecida y sobre todo necesaria victoria del CASLA que respira en el torneo y tendrá una semana larga de trabajo para pensar en Platense, el próximo domingo en condición de visitante.