Victoria importantísima del equipo de Miguel, en Alta Córdoba, que se sube a la cima del grupo B.
Se presentó áspero el partido. Trabado, con muchos laterales, córners (de ellos mayormente) y faltas bobas. Fricción y choques, todo el tiempo; mínimas secuencias de pases y campo abierto: apenas un mal retroceso de Instituto a la salida de un córner y algo parecido en una que Tripichio e Irala quedaron muy por delante de la línea de la pelota. Imaginable que Miguel iba a querer planchar el partido en el primer tiempo, eso hizo en cada encuentro fuera de casa. Trabajar el partido largo, el de los goles en el segundo tiempo. El local se insinuó bastante pero no pateó ni un tiro que fuera al arco de Gill (la mejor fue la preparada del tiro de esquina). Y luego que pasara la efervescencia típica del ímpetu del local, San Lorenzo se acomodó, alejó el partido de su arquero y tuvo las más claras; a saber: la chilena de Cuello que el arquero salvó de manera notable, la que dio en el travesaño previo al penal y el remate de Braida que iba al arco y resultó en la pena máxima. Idéntica definición de Vombergar tras la deliberación de árbitro (ignoto) principal y el VAR. Lo fusiló. 1-0 y al vestuario.
Troglio sacó a Mac Allister porque estaba amonestado y zafó en el penal. Instituto salió a buscar el empate y San Lorenzo a esperarlo venir. Y otra vez muchos córners y laterales. ¡Cómo complicaron desde la banda! A los 8’ Gill la sacó barata y el bombazo de Luna salió casi rozando el travesaño. A los 16’ salieron Vombergar e Irala, por Domínguez Y Cecchini: Cuello a correr y chocar a todos, el resto a cubrir espacios fundamentalmente. San Lorenzo jugaba a mantener la ventaja sin mayores intenciones de ver el arco rival. La presión molesta de La Gloria duró hasta antes de los primeros cambios de Russo, justo cuando Cuello le sacó un foul al capitán rival cerca de los bancos de suplentes. Algunos pasajes de los partidos del equipo de Russo en condición de visitante me hacen pensar que “Atma” sería un sponsor lógico para la camiseta porque si algo aprendió el equipo tras la pretemporada, es esto de planchar el trámite del encuentro. Y también cabe decir que el dibujo esta vez fue un 4-4-2 más rígido con Braida de un lado y Reali del otro, sin tanta libertad para el ex Independiente Rivadavia de entrada. En el complemento casi siempre 4-5-1. Todo lo que jugó Reali la fecha pasada lo corrió esta noche. El rasgo del Ciclón fue el sacrificio y el trabajo en equipo. Si el año pasado se cantaba pidiendo Camboyanos, pues el pedido fue escuchado por el cuerpo técnico y jugadores. Y Cuello tuvo el segundo en la última, tras gran habilitación del capitán Braida.
Se ganó por la mínima. Otra valla invicta, otro triunfo, otro gol de Vombergar. Bravo el San Lorenzo 2025. En 6 días a La Quema irá el Ciclón puntero, que se armó un buen colchón de puntos para pensar en la clasificación a la llave final. 11 fieras y con poco recambio, salud.