Ahora sí: TRANQUILOS.

Con la victoria en San Juan, San Lorenzo aseguró prácticamente su presencia en la llave de octavos. 

Ganar aporta soluciones, una obviedad. Con la zanja que habían cavado los 4 de arriba en la zona B respecto de sus perseguidores, ya hacía un par de partidos que el equipo de Russo sólo necesitaba sumar de a 3 para saberse clasificado. Numéricamente podría ocurrir una catástrofe, fácticamente no. El rival no era muy exigente, cierto, pero jugar contra ese terreno de juego le agregó las dificultades que no oponían los dirigidos por Romagnoli. Equipo con apellidos poco conocidos y un par de jugadores muy veteranos. Para destacar de lo visto anoche: Nery y Pitu salvaron la ropa y lograron que Gill, de buena actuación, se cuelgue otra valla invicta en el CV; también se necesitaba esto. Mala de Reali, quien igual no venían cumpliendo una buena labor. Positiva actuación de su reemplazo, Cerutti, que liquidó el partido. Otra situación infrecuente: entró Insaurralde para apoyar al dúo Cecchini-Irala y “cerrar”, como se dice, el partido. Particularmente no me gustó lo hecho por Muniain, a quien observé lento y perdiendo muchas pelotas. Braida mantiene su nivel alto en juego y voltaje. A Cuello tampoco se le dio entrando desde el banco. 

Con los 3 puntos en el bolso.

En definitiva, Miguelo y elenco se fueron del estadio directo a tomar el vuelo charter sabiendo que habían escalado una posición hasta que se juegue el saldo de la fecha y, lo mejor, que tienen hasta el sábado a las 15:30 para preparar el partido de local con Atlético, que también tiene muy pocos puntos, con los regresos de Tonga y Romaña. En pocos días se acomodó, con lo justo es poco, en la siguiente fase de Copa Argentina y se entreveró en el podio de su zona. Realmente no hay funcionamiento o virtudes que le sobren al equipo titular para fundamentar tantos puntos, pero el esquema y las ganas no se negocian. Si algunas piezas crecieran individualmente, quizás se vería algún brillo más. Lo bueno de la tranquilidad ganada es que hay un puñado de partidos para trabajar y preparar ya el duelo mano a mano. Por supuesto que el desafío, no muy ambicioso puesto que hablamos de mantener lo ya obtenido, es quedar entre los primeros 4 de modo que tengamos al menos una definición en el Pedro Bidegain. 

Equipo en formación, en un club en destrucción. Ese temple para barrer por abajo de la alfombra los ruidos dirigenciales y operativos también hay que reconocérselo al técnico. Triunfo clave el de ayer, para seguir construyendo.