En un partido cerrado y mal jugado, el Ciclón encontró la ventaja por un gol de Cerutti en el segundo tiempo y volvió a la victoria para seguir peleando arriba.
En un fresco viernes por la noche, casi sábado, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro viajó para visitar a San Martín de la provincia de San Juan por la fecha 12 del torneo apertura de la Liga Profesional 2025. Un partido en el que en el banco local estaba, ni más ni menos, que el Ídolo azulgrana Leandro Atilio Romagnoli. Lo cierto es que tras el empate ante Lanús y una semana llena de incertidumbre por el equipo titular (por las bajas obligadas), finalmente Miguel Ángel Russo paró una zaga central inédita con Daniel Herrera y Nery Domínguez; mientras que el Vasco Iker Muniain fue titular por primera vez en el año.
El primer tiempo fue de carácter somnífero por parte del CASLA que hizo poco y nada en ataque y materia colectiva y para colmo ninguno se destacó desde lo individual. Solamente tuvimos una jugada de gol que fue llegando a los 40’ tras un remate del lateral Elías Báez y nada más. Por su parte el local contó con tres chances de gol que fueron desactivadas por el paraguayo Gill que lo llamaron y respondió. El 5 Irala, con sus buenas y malas, fue lo más parejo de un equipo que tuvo otra floja labor en un primer tiempo. Para colmo, la mala fue la lesión y el cambio de Matías Reali que, aparentemente, sufrió un esguince de tobillo. En su lugar, ¿quién ingresó? Como era de esperar, fue Cerutti (quien terminó siendo lo más importante).
La segunda parte arrancó igual, pero poco a poco se fue armando y tomando otro ritmo. A los 9’ la más clara la tuvo Iker que en un buen cabezazo exigió al arquero local que la sacó al córner. En juego, el plantel viene en deuda y hoy no fue la excepción. Sin embargo, a los 24 minutos del complemento y cuando nadie lo presagiaba, llegó la diferencia: centro de Braida y error del arquero Borgogno que le dejó la pelota servida al “Pocho” quien definió al medio del arco y provocó un grito desaforado de todo Boedo (hasta se dio el lujazo de besar el escudo azulgrana). Con la ventaja, poco merecida pero diferencia al fin, el equipo supo empezar a jugar con la desesperación del club local, que marcha último en la temporada. El equipo Sanjuanino del “Pipi” Romagnoli lo buscó empatar con centros y pelotas detenidas pero no fue eficaz y estuvo siempre bien parado el arquero Orlando Gill. Párrafo aparte para el mal y dubitativo arbitraje del juez Pafundi que, sin grandes polémicas, dejó mucho que desear y además de un estado del campo de juego de San Martín deplorable. Así y todo, la última pelota se la quedó el arquero Paraguayo de selección y los tres puntos vienen para Buenos Aires. Triunfo muy valioso desde lo numérico y vuelta a la victoria tras cuatro partidos, fue el saldo positivo del equipo de MAR que se consolida en los primeros puestos y ahora deberá trabajar para volver a vencer, esta vez de local y ante Atlético de Tucumán el próximo fin de semana.