El ex volante ofensivo de San Lorenzo, Walter Erviti, dialogó con el periodista Leandro Alves en su Instagram Live, y se refirió a su pasado en el club y a las ganas de trabajar como entrenador.
«Yo llegué a San Lorenzo en el 96. Estuve hasta el 98 sin jugar al fútbol, no me ponían. Ni siquiera me citaba. Ese año quedé libre, pero cambiaron de coordinador y me volvieron a fichar. Y de un día para otro estaba en Primera División», reveló.
Además, elogió al DT que le dio la chance de debutar: «Si jugué en primera se lo debo a Ruggeri. Yo me sentí muy protegido por él y no porque me dejaba hacer lo que quería, sino porque fue muy frontal. Quizás esa imagen paterna que yo había perdido a los 13 o 14 años, cuando me distancié de mi familia para ser futbolista, la encontré en Óscar».
Respecto a su paso por CASLA, «Cañito» comentó: «A San Lorenzo le he dado el máximo de mí, hasta en la sexta que no jugaba. Respeté la camiseta, hice el máximo esfuerzo para llegar a Primera».
Tras haber conseguido el Torneo Clausura y la Copa Mercosur 2001, el nacido en Mar del Plata, que jugó 112 partidos con la camiseta azulgrana, en 2002 fue transferido al Monterrey de México.
“Cuando me tocó irme, yo no me quería ir. Yo me enojé con la directiva, con mi representante, con mi papá. Estuve distanciado de todos durante 10 días. Me dijeron que el club mal económicamente y me fuí, mi relación deportiva se terminó ese día”, manifestó.
Posteriormente, el ex Atlante, Banfield, Independiente y Alvarado aclaró que no le cerró las puertas a su regreso a Boedo: “Nunca le dije que no al Club, al contrario.Yo hablé con la gente de San Lorenzo dos veces: una habían contratado a otro jugador y la otra para el técnico no era prioridad. Y todo bien, eso no me quitó lo que yo sentía».
Siguiendo con este tema, añadió: «Cuando jugaba para Banfield, que volví a la cancha, me tocó hacer un gol y no lo grité, por el cariño que le tengo. Y las veces que me ha tocado ir con otra camiseta, que quizás la gente no me ha tratado bien, yo siempre fui muy respetuoso. No hay una imagen mía haciendo un gesto al hincha en ningún lado, porque yo estoy agradecido”.
«San Lorenzo estaba muy mal económicamente y nosotros siempre nos enfocamos en que gane y jugará bien. Los 30 jugadores queríamos lo mismo, eso es difícil lograrlo. Ese plantel hizo cosas increíbles, más allá de haber ganado el primer título internacional. Teníamos mucha gente grande con capacidad para acompañar», destacó del Campeón 2001.
A su vez resaltó a Manuel Pellegrini: «Tenía claro qué quería y cómo lo quería. Siempre estaba equilibrado, transmitía mucha paz, daba gusto ir a entrenar. Estaba muy preparado desde su capacidad humana y su capacidad como entrenador, habla varios idiomas. No sólo sabía de fútbol, te daba consejos de la vida».
«No fuí un crack, siempre tuve la capacidad para adaptarme para entrar en el equipo, siempre con cualidades básicas. Crack era Pipi Romagnoli que siempre gambeteaba en dirección al arco», afirmó.
Sobre sus ganas de dirigir dijo que es difícil para todo principiante salir sin experiencia a buscar trabajo, y aseguró que el gran secreto de un entrenador es saber cómo manejar un grupo, cómo manejar los egos, y que cuando tenga la posibilidad va a ser lo más protagonista posible, sabiendo cuáles son sus herramientas y a cuáles se enfrenta.
Por último, habló de su paso por Boca Juniors que molestó a la parcialidad del Ciclón: «Me dolió que parte de la directiva de San Lorenzo le quiera hacer creer al hincha que tuve que elegir entre Boca y San Lorenzo. En ningún momento me llamaron o hicieron una oferta por mí, eso es mentira. Llegó la oferta de Boca y negocié. Me dolió que les hiciera creer que soy un traidor», sentenció.