San Lorenzo saltará a la cancha con un once que no incluye a Romero Team, de futuro incierto, y que tiene otras modificaciones obligadas.
En la línea de fondo Montero cambia laterales por necesidad: Herrera por Gino (suspendido por negligente) y Pittón por Rojas (con una molestia). Yacaré tiene a su favor una mejor condición física, remate de afuera y las ganas de quedarse con el puesto. La otra variante nos quita rigor en la marca (aún cuando Rojas a veces se pasa de vueltas y es una expulsión en potencia) y el modo Sorin goleador que a veces activa Bruno; al menos el de la primera época. Veremos cómo se acoplan a la dupla de centrales que en Córdoba no funcionó en lo más mínimo.
El DT les renueva la confianza para buscar un mejor entendimiento. Zapata habrá sumado más prácticas con sus compañeros y Flores deberá estar más concentrado para cubrir la espalda del colombiano, que mostró movimientos pesados.
Entre los volantes aparecen otros dos cambios: Elías y Sabella. El ex Godoy Cruz gana un mínimo de simpatía porque su opción es Rodríguez, nada más. Sabella, en tanto, parece ser del gusto del técnico puesto que lo utiliza cada vez que puede. Ojalá sepan aprovechar la oportunidad.
Arriba entra Alexander en lugar de Ángel en un cambio que parece mucho más político que táctico, al igual que la salida de Óscar. Pero como en San Lorenzo nada se comunica, cada quien puede pensar lo que quiera. En lo futbolístico, Díaz mostró cosas en un comienzo que pareció olvidar en sus últimas entradas. A priori es un buen complemento para el lungo Di Santo.
No hay mucho más. Por gustos, Barrios podría estar en lugar de Sabella, Cerutti entrar un rato, lo mismo que Nico Fernández o Peralta Bauer. Camiseta nueva de un lado y viejos conocidos del otro: Moyano y Reniero, quienes hoy, para mí, serían de utilidad en San Lorenzo. Vamos viendo.