Se cumplieron cinco años de la obtención de la tan deseada Copa Libertadores y, en San Lorenzo de América (FM Late 93.1), hablamos con Bruno Militano, el preparador físico de aquel equipo campeón dirigido por Edgardo Bauza.
Un 13 de agosto de 2014, el Ciclón lograba su primer Copa Libertadores tras vencer a Nacional de Paraguay por 1-0 en el Nuevo Gasómetro, gracias al penal ejecutado por Néstor Ortigoza. “No lloré en su momento, pero cuando hoy me llamó Tony Arrighi y me hizo acordar, me emocioné”, contó Bruno Militano en San Lorenzo de América y agregó: “En el cuerpo técnico, nos quedamos con un recuerdo muy lindo de San Lorenzo: era un grupo bárbaro y la pasábamos muy bien en el día a día entre jugadores, dirigentes y los que trabajaban por fuera de nuestro grupo”.
No fue fácil llegar hasta aquel día, el Ciclón comenzó perdiendo en la fase de grupos por 2-0 frente a Botafogo, después llego la victoria frente a Independiente de Valle por 1-0 y luego un empate con Unión Española que continuó con un 0-1 en Chile y 1-1 en Ecuador. Las chances de poder clasificarse a la siguiente ronda eran mínimas ya que los Santos habían logrado: una victoria, dos empates y dos derrotas. San Lorenzo necesitaba ganar frente a Botafogo en el Nuevo Gasómetro y aquella noche de abril, los dirigidos por Edgardo Bauza, pudieron pasar de fase tras ganarle por 3-0 al equipo brasilero y, también, gracias a la victoria de Independiente del Valle por 5-4 a Unión Española. Al respecto, el preparado físico campeón, expresó: “El partido más duro fue con Independiente del Valle con el penal sobre la hora”.
Ya en la segunda ronda, el conjunto de Boedo comenzaría a mostrar su mejor versión, venció a Gremio por 1-0 en el Nuevo Gasómetro y cayó en condición de visitante, por el mismo resultado; fue en esa noche cuando volvió a lucirse Sebastián Torrico, tapándole dos penales (4-2) al adversario y dándole la clasificación al conjunto azulgrana. “No había cábalas, pero si mañas repetidas. El Patrón se pedía un café en el entrenamiento” comentó entre risas y añadió: “En el momentos de total presión y cuando estaban todos locos, el Patón transmitía una tranquilidad para que los jugadores disfruten el momento” .
“Al Patón nunca le gustó ver los penales”
San Lorenzo continuaba su sueño y en cuartos de final le tocaba un duro rival como lo fue Cruzeiro: el resultado global fue 2-1 y el Ciclón seguía avanzando a paso firme. “Este grupo, fue un gran grupo, con mucho sentido de pertenencia y jerarquía en puestos clave. Jugamos 30 partidos en 15 semanas, no teníamos un día libre entre torneo y copa y fue ahí que aparecieron el gran nivel de Cetto, Gentiletti, Ortigoza, Pichi, Pipi y la revelación de Ángel Correa, Nacho Piatti y “El Viejo” Mauro Matos en momentos fundamentales”, enfatizó Bruno.
Dos meses hubo que esperar para la tan ansiada semifinal en donde San Lorenzo enfrentó a Bolivar y lo derrotó por 5-0 en el Pedro Bidegain, ahí justo aquel 23 de julio, todo el pueblo sanlorencista soñó más fuerte… “Qué lindo que es soñar, soñar no cuesta nada” , dice la letra de Kevin Johansen. Luego fue a la Paz y el conjunto azul y rojo cayó por 1-0 pero se metió en la final de la tan deseada Copa Libertadores.
Y fue entonces, en la final tras superar varios obstáculos, que le tocó enfrentar a Nacional de Paraguay: un equipo nuevo en la definición por copa. En suelo paraguayo, el Ciclón obtuvo un empate (1-1) y aquel 13 de agosto de 2014 con un estadio explotado, extasiado, logró vencer por 1-0 al conjunto visitante y ganar por primera vez en la historia azulgrana la Copa Libertadores. “ De aquél día tengo la camiseta del festejo, la medalla y momentos… en el medio de la entrega de premios apareció mi hermano con mi hijo en la cancha”, dijo Bruno para finalizar.