Empezó el torneo y llegó la alegría que eso conlleva. Lamentablemente, la lluvia, el viento y el poco juego de ambos equipos fueron haciendo que sea un partido aburrido. El primer tiempo mostró un San Lorenzo con poco ritmo e ideas. Debo admitir que por momentos se me vino a la cabeza aquel 4-1 cuando nos dirigía Soso. Hoy Banfield nos llevó puestos, nos reventaron a patadas y se adueñaron del campo de juego. Eso si, a Delfino no se le ocurrió sacar una tarjeta. Bah, se la mostró a Bareiro después de que le hagan un foul. Inexplicable…
Tuvimos una primera mitad complicada: Peruzzi la pasó mal durante varios minutos, Fernández Mercau, no mostró sentirse muy cómodo que digamos jugando como doble cinco. Evidentemente, el pibe necesita estar al lado de la raya, tener espacio para encarar y amagar. Bareiro, que sin tener muchas oportunidades de gol pudo complicar a la defensa del Taladro con muy buenas presiones y a mi criterio, fue el mejor entre los refuerzos que jugaron.
A pesar de no haber jugado un buen primer tiempo, fue evidente que Troglio hizo reaccionar al equipo y los jugadores saltaron a la segunda mitad con una intensidad distinta. Mucha presión en la mitad de la cancha por parte de Gordillo. Entró Martegani para darle ritmo al CASLA de mitad de cancha para adelante, pero el pibe no pudo explayar su juego como si lo hizo en el verano. Ah, el segundo tiempo, fue bastante parecido a lo que vimos vs Independiente y Talleres en los partidos preparatorios.
Parrafo aparte: hubo un pequeño cruce entre Julián Palacios y Ortigoza tras una falta de Banfield. El pibe que se fue a préstamo se mostró con la velocidad que lo caracteriza e intentó hacer todo para ganarse la titularidad en el equipo de Dabove.
El torneo recién empieza, los hinchas estamos ilusionados y se nota que el grupo está unido, con ganas de revertir la situación de los últimos años.