Huracán tiene la posibilidad, ante el pésimo presente que atraviesa, de mejorar el humor de su gente si pasa la serie.
A pesar de escucharse cuestionamientos sobre la continuidad de Mohamed en el cargo al final de cada partido, el presidente Nadur no parece estar dispuesto a echarlo.

El Globo, tras cuatro presentaciones, en Libertadores no ganó pero aún tiene chances por la combinación de otros resultados. Cuesta creerlo, pero perdió tres partidos y todavía tiene posibilidades no tan complejas; ganando los dos que le quedan, claro está.

Por Superliga, quedó en Sudamericana por el descenso de Tigre y despilfarró todo lo cosechado por Gustavo Alfaro. Con el postergado del 20 de enero comenzó el ciclo Mohamed, cuando Monetti le sacó con el pie un gol cantado a Barrios. Tras ese empate, gana con Central y luego mete una racha de 11 sin victorias (8 en el torneo y 3 en Libertadores). El pasado fin de semana, en la última fecha, recién pudo sumar tres puntos de local con Atlético Tucumán; triunfo clave, pues le valió el acceso a Sudamericana.

No le sobran jugadores (perdió a un referente como Marcos Díaz en el verano), cualquier otro técnico ya hubiera perdido el cargo y necesita alguna señal positiva; así llega Huracán.

Presentado por @DefamilyResto