Sin respuestas

San Lorenzo volvió a perder en la tarde de Liniers y prácticamente se despide de las aspiraciones coperas.

Más de lo mismo. Creo que en esas 4 palabras se resume todo el partido de los dirigidos por Monarriz. Vélez tiene un plan que lo ejecuta hace tiempo, con intérpretes adecuados y formados en una idea, mientras que San Lorenzo es un remiendo atrás de otro.

Ramiro Souto

A pesar de lo dicho, San Lorenzo siempre estuvo a tiro en el resultado. Pero el tema es el rendimiento o manera de jugar. Vélez lo hizo volar y revolcarse a Torrico en varias oportunidades y Hoyos sólo tuvo acción cuando ofició de peso mediano (flojo Espinoza). Los de Pellegrino fueron a buscar el partido en el primer tiempo e hicieron su negocio. Además digamos que ni el gol propio pudo hacer San Lorenzo (venenoso centro de Martegani, bien por el chico). Uvita malogró su mano a mano de cada día y quizás esa haya sido la última ocasión del partido para el Ciclón.

El local cedió terreno, pelota e iniciativa en la segunda mitad y desnudó el mayor déficit de San Lorenzo: generar juego. Bochazos de Ortigoza, laterales largos, o centros a nadie desde los laterales. No hubo asociación nunca, no hubo una pared a un toque. Y si a eso le agregamos que nadie se saca dos tipos de encima, las posibilidades de llegar al gol se limitan a una fatalidad del rival o una pelota parada confusa.

Vélez apriori era superior y jugado el partido, se confirmó. Me parece muy poco consuelo pensar que el segundo tiempo fue bueno. Porque no lo fue, sólo tuvo la incertidumbre del resultado. Ninguno de los ingresados (Barrios, Cerutti, Sabella) hizo diferencia y lo único novedoso fue ver a Gordillo reposicionándose al lado de Zapata como último hombre.

Viene un parate breve por las elecciones y habrá más tiempo para trabajar. Y se nota que hace falta un montón de eso; mucho. En la tabla se vuelve al fondo, porque es el reflejo evidente de lo que muestra el equipo. La Sudamericana es una utopía.