Los ánimos son distintos en comparación a los de años anteriores. Este equipo, sin jugar bien, ilusiona y mucho, por distintos motivos. Entran los pibes, los experimentados, los que tienen algunos partidos en primera, pero todos muestran actitud, garra y dejan todo en cada oportunidad. Claramente es mérito de Pedro Troglio, que llegó a Boedo y trajo luz al camino oscuro que transitábamos.

Un día después de perder ante Boca, los pibes y los refuerzos tuvieron que hacerse cargo del partido de turno. Increíblemente, ninguno desentonó. Los titulares y los suplentes demostraron que tienen con que pelear su lugar para quedar en la consideración del Gran Pedro.
San Lorenzo no juega bien. De hecho, salvo el partido ante Boca, no tuvo un buen partido. A pesar de eso, defienden la camiseta como los hinchas queremos. El fútbol que tenemos en Boedo no es vistoso, pero dan ganar de sentarse a mirar los partidos. Muchos se acuerdan de Los Camboyanos que vivieron una situación institucional peor a la que tenemos ahora. Pero dejaban todo en la cancha, al igual que estos pibes que están dando sus primeros pasos en la primera división de nuestro amado Ciclón.
El sábado, probablemente con algunas variantes, vamos a jugar ante Nacional, un grande de Sudamerica. Ahí vamos a tener el primer partido internacional “importante” que ayudará a para ver donde estamos parados. Mientras tanto, disfrutemos de las alegrías que Troglio y compañía nos están dando.