Látigo Peirone: La historia de un talento que luchó contra las lesiones

Hernán Peirone, conocido por su increíble destreza y apodo El Látigo, fue una de las grandes promesas del fútbol argentino en sus primeros años. Su carrera despegó con una velocidad impresionante, pero las lesiones y decisiones complicadas lo apartaron de su mejor nivel. Pero, su historia es una de superación, en la que un talento innato se vio forjado tanto por los momentos difíciles como por la pasión que nunca lo abandonó.

Nacido en Villa del Rosario, Córdoba, Peirone llegó a las inferiores de San Lorenzo a los 12 años, donde rápidamente se destacó por su capacidad goleadora y su visión de juego. En 2003, su talento no pasó desapercibido y fue convocado para representar a la Selección Argentina en el Sudamericano Sub 17. En esa competencia, no solo contribuyó al campeonato de su equipo, sino que también se consagró como goleador del torneo, marcando cinco tantos.

Su salto al primer equipo de San Lorenzo no tardó en llegar, debutando antes de cumplir los 18 años y ganándose un lugar en el corazón de los hinchas. En su corta pero brillante trayectoria en la Primera División, Peirone dejó huella con goles memorables, como los tres tantos que le anotó a Racing y a Boca Juniors.

Además de su explosivo inicio, el delantero compartió una etapa en la Selección Nacional con figuras como Lionel Messi. En una entrevista, recordó a La Pulga como un compañero humilde y entregado, destacando su capacidad para hacer lo que quisiera con la pelota. «Es una de las personas más humildes que conocí, a pesar de ser el crack que es«, confesó. Otra de las grandes figuras con las que tuvo la oportunidad de coincidir fue Diego Maradona. Peirone recordó con cariño un gol que le hizo a Argentinos Juniors mientras Maradona observaba desde la tribuna. Lo que más lamenta de ese encuentro es no haber aprovechado la oportunidad para tomarse una foto con el Diez, algo que, años después, considera un error.

Hernán Peirone llegó a las inferiores de San Lorenzo a los 12 años.

La carrera de Peirone se vería truncada por una serie de lesiones que comenzaron con un desgarro en la Copa Libertadores. La recuperación apresurada de su lesión originó complicaciones, incluidas una fibrosis que lo marginó de importantes torneos, como el Mundial Sub 20 que Argentina terminaría ganando sin él. La falta de continuidad en San Lorenzo, agravada por problemas contractuales y un cambio de entrenador, lo alejó del club que lo vio nacer, algo que lamentó profundamente. «Me mandaron a entrenar con Cuarta División, me querían bajar el sueldo, y fue muy doloroso tener que irme de esa manera«, recordó.

Tras su salida de San Lorenzo, Peirone buscó suerte fuera de Argentina. Jugó en diversos equipos en Ecuador, Chile, Perú y Brasil, pero las lesiones continuaron persiguiéndolo. Después de su paso por clubes como Emelec, Alianza Lima y Unión Temuco, su carrera sufrió un golpe definitivo cuando una lesión en el cartílago de su rodilla lo dejó fuera del fútbol profesional.

Su amor por el fútbol nunca se apagó. Peirone decidió volver a las canchas en la Liga Independiente de su ciudad natal, defendiendo los colores del Polideportivo de Villa del Rosario. Hernán Peirone, un talento que brilló en su juventud, demuestra que el fútbol no es solo un deporte, sino una pasión que perdura más allá de las lesiones y las adversidades. Su historia es un testimonio de perseverancia y amor al juego.