¡Qué partido ganamos en el Monumental! Seguramente muchos grupos de WhatsApp entre los hinchas comparaban el mal momento del Ciclón y el juego del famoso River, pero sorprendimos y ganamos, pocos optimistas lo esperabamos. San Lorenzo no jugó bien, otra vez nos superaron ampliamente en la mitad de la cancha y eso generó ataques del rival, muchos nos hicieron (casi) infartar. Pero claro, abajo de los tres palos estaba ÉL, Sebastián Torrico. Si, ese que muchos quisieron jubilar, que decían que estaba grande y que no sabía jugar con los pies. Muchachos, hoy tenemos que agradecerles el triunfo a cuatro jugadores: Torrico, Uvita, Jalil Elías y Enzo Pérez. Si, al jugador de River también, porque nos dio ese pase de cabeza al igual que Betancour en la Bombonera cuando Matos sentenció el 1-0.
La alegría que tenemos los cuatro millones de hinchas es inexplicable, no se puede contener y es imposible que hablemos sin tener una sonrisa, de hecho; estoy escribiendo esta nota de opinión con una que empieza en una de mis orejas y termina en la otra, honestamente; no la puedo ocultar. La defensa sigue generándome inseguridades, pero voy a rescatar a Peruzzi, que sin dudas fue lo mejor que tuvimos de la mitad de cancha para atrás. Pero no quiero dejar de lado a Donatti y a Braghieri, qué si bien se les complica con la pelota en el piso, ganaron cada centro del equipo de Gallardo. Gracias a eso estuve tranquilo durante los 1500 centros que mandaron al área del Ciclón. Ángel y Óscar merecen un párrafo a parte, jugaron un muy buen partido, saben como parar la pelota y esperar a que el rival les haga foul para enfriar un poco y dejar que el tiempo pase, que inteligencia.
Muchas veces me toca criticar a Diego Dabove, pero la realidad es que hoy no me imagine que iba a hacer un planteo como el que puso. Se vio a varios jugadores con actitud, con sangre y ganas de quedarse con los tres puntos. Claro, jugamos mal y eso es innegable. Pero tengamos en cuenta que jugamos ante un equipo superior, en su cancha y al igual que el 8 de diciembre del 2019, nos trajimos los (importantes) tres puntos a CASLA.
Somos los Gauchos de Boedo, pero hoy nos transformamos en Los Gauchos de Nuñez.
