San Lorenzo y Sarmiento no pudieron romper el cero en la tarde-noche de Junín.
Misma fórmula y mismos apellidos que la última fecha mandó Insúa a la cancha. Ni propios ni ajenos llegaban en buena racha: Sarmiento peleando abajo, para mantener la categoría, y San Lorenzo cada vez más abajo en el escalafón hacia las copas 2024. Tardó entre 20 y 25 minutos El Ciclón para hacer pie en Junín y empezar a discutir trámite y posesión. Antes, zozobra y suerte: en los primeros 120 segundos Sarmiento metió dos tiros en el travesaño. Con algo más de presencia en campo rival y juntando pases, a los 31’ Girotti tuvo la primera muestra de peligro tras capturar un mal tiro de Rafa Pérez; el remate se fue alto por poco. Pero el repertorio, pobre de armonías y buenos registros, siguió por la misma ruta y pentagrama de los últimos partidos: notas tristes, repetidas y monótonas.
Que al complemento volvieran los mismos no sé bien cómo interpretarlo: si es que el DT quedó conforme o que en el banco no tiene soluciones confiables; me inclino por esto último. Pero duró hasta los 13’, cuando Maroni y Leguizamón reemplazaron a Sánchez y Girotti, respectivamente. Hasta entonces, Barrios probó de media distancia y Batalla metió un atajadón, en el único par de llegadas registradas. Después de los cambios San Lorenzo tuvo 3 muy buenas y la ley del ex nos privó de la apertura del marcador: Devecchi majestuoso contra Braida, Hernández y Pérez. Escasez de fútbol y suerte es demasiado para la austeridad de los de Insúa. Sarmiento estaba para el cachetazo pero la falta de precisión de Maroni, Barrios o Leguizamón nos volvieron a privar de sumar 3 puntos.
Quizás se estuvo más cerca que en las últimas presentaciones, pero llegar a 9 partidos sin ganar no es casual.