Sin mucha lucidez, pero con mucha garra, San Lorenzo consiguió su segunda victoria en el Torneo de Verano 2022.
Parada complicada tenían los dirigidos por Pedro Troglio esta noche, ya que había que enfrentarse ante Talleres, un equipo que desde que ascendió a primera, siempre se las ingenió para complicarnos. Los primeros minutos de Boedo fueron buenos, presionando las salidas del rival y forzando el error. Después el encuentro se puso trabado y feo por la cancha y el clima.
Por segundo partido consecutivo se vio a una dupla central firme. Zapata de a poco empezó a levantar su nivel, seguramente y como argumentan desde el entorno, la pretemporada le hizo bien al colombiano, quien esperamos que siga con este envión. El otro integrante de la zaga, Gattoni, también mostró solidez ante cada ataque cordobés. Ojalá que este dúo se siga consolidando y pueda darle seguridad al hincha Azulgrana.
Los laterales salen de memoria, solo habrá que ver qué es lo que sucede con Herrera. En el caso de quedarse puede aportar todo lo que vimos hoy, llegada hasta la línea final y romper la línea defensiva rival. Por el otro lado está Rojas, que cada vez se lo ve mejor a la hora de atacar, además de que se empezó a entender bien con Nicolás Fernández Mercau.
En el mediocampo se notó a un Ciclón un poco desordenado. La falta de un volante de creación marcó la diferencia, debido a que Sabella estaba por la derecha. Sin embargo, con la entrada de Ortigoza en el segundo tiempo, el equipo tuvo la tenencia y generó ataques ordenados, como el centro de Rojas para el Uvita que terminó pegando en el palo.
Ya llegando al final, mucho no hay para decir. Buen centro del portador de la camiseta número 20, para que Gattoni meta una chilena o pirueta, y así asista a Nicolás Uvita Fernández que cabeceó solo en el área chica.
Obviamente falta todavía para ver un fútbol vistoso o gustoso, pero como dijo Troglio “Hay que acostumbrarse a ganar”, y de a poco le estamos agarrando el gustito. Segundo fin de semana consecutivo que el pueblo sanlorencista se va a dormir tranquilo y feliz. Ahora se viene el clásico frente a Boca el próximo martes, una linda prueba para este Cuervo que quiere volar alto.