San Lorenzo, con goles de Leguizamón (2) y Barrios, ganó 3-1 en Tucumán y no le pierde pisada a River.
La primera sorpresa de la noche tucumana fue la reaparición del equipo de Venezuela. Ah pero qué maravilla la segunda… ¡Qué golazo hizo Leguizamón! San Lorenzo no había participado casi de las acciones, pero pegó y con eso se acomodó mejor en el partido. La característica más destacada del equipo de Insúa hoy es, a mi modo de ver, el entendimiento que lograron los intérpretes entre ellos y lo bien que ejecutan su función. El año pasado Barrios y Braida literalmente se chocaban y esta noche volvieron a dar cuenta de la buena sociedad que armaron con el segundo gol como testigo (y Leguizamón como tercer elemento). Una lástima lo poco que duró la diferencia, aunque la distancia de un gol era más coherente. Mención aparte al atajadón que había hecho Batalla previo al descuento, también una lástima por el final de la jugada. La mayor parte de los avances del Ciclón llegan por izquierda, quizás una situación a mejorar en el sector derecho. A los 42’ el termómetro del José Fierro explotó: el VAR llamó, lo expulsaron a Maestro Puch y, acto seguido, también a Acosta por protestar el fallo. Y agrego que Espinoza al minuto le mostró la roja a Pusineri, por exceso verbal según el gesto que hizo el árbitro.
Inteligente Insúa para la segunda mitad sacando al único amonestado del equipo (Elías) y administrar el humor del juez, teniendo en cuenta los dos hombres de más en cancha. Pero no alcanzó: Espinoza lo echó a Hernández en la primera que pudo, con roja directa, por un pisotón presunto. Pero quizás porque es Semana Santa, quién sabe, cuando San Lorenzo no hacía pie en la segunda parte, Leguizamón metió otro enorme gol y volvió a estirar la distancia en el resultado. La postura del local varió de una espera inicial a un intento de corajeada, pero cada quite de los de Insúa con posterior buen destino de la pelota fue una amenaza. Y San Lorenzo hizo lo que pedía el partido: hacer circular la pelota y que pasen los minutos. Así y todo, tuvo que aparecer Batalla para sostener la ventaja en el último tramo del partido.
Muy importante victoria del equipo, justificada y en una cancha siempre difícil, con buenas actuaciones de Barrios y Leguizamón como estandartes, más la elogiable actitud del primer equipo para jugar a los cuatro días del trajín de la Sudamericana.