PENAL Y PENAR

San Lorenzo ganó 2-1 en cancha de Platense e hilvanó dos triunfos consecutivos: Leguizamón, de penal, e Irala los goles. 

El rasgo más saliente del equipo de Romagnoli es la incapacidad para asumir el protagonismo y llevarlo bien adelante. El primer tiempo del Ciclón fue muy pobre y pocas veces pasó a campo contrario. Entre caídas e imprecisiones nunca pudo sostener la pelota y el local fue mejor; de hecho, todas las divididas por arriba las ganó El Calamar. No hubo muchas situaciones de gol, de uno u otro lado, pero Platense siempre se mostró más amenazante y gobernó el trámite. San Lorenzo tuvo la de Cuello que salió a nada del palo y la del penal que Leguizamón cambió por gol para abrir el marcador. Previo a eso, Pellegrino había metido un cabezazo en el travesaño. El empate también fue de penal: siesta de la última línea, Pellegrino les ganó la espalda y Gómez se lo llevó puesto. Penal y 1-1. No pasó nada más. 

En el segundo tiempo mejoró la actitud y San Lorenzo manejó mucho más la pelota. El golazo de Irala dejó a todo Vicente López con la boca abierta. Otro zapatazo de media distancia, más lejos que la semana pasada, pero esta vez con su pierna hábil. Romagnoli hizo cambios rápido: antes de los 10’ sacó a Sosa y Leguizamón, para meter a Bustos y Vombergar. El Marrón fue y fue… Cada centro fue una daga y San Lorenzo penó zozobra y angustia. Remedi y Luján, por Arias y Reali. Schor entró muy bien en el local y complicó mucho por la banda derecha. El cabezazo al palo de Pellegrino, otra siesta. Hay mucho trabajo por hacer en este ítem. Las desatenciones son muchas. Cuello pudo liquidar todo en su escapada por derecha, a pase de Bustos y no pudo. 

Notición para Boedo: 6 puntos seguidos y el análisis quedará para otra oportunidad. A la fecha FIFA con tranquilidad para trabajar.