San Lorenzo atraviesa un momento de definiciones tanto dentro como fuera de la cancha. La semana pasada, el club tomó una decisión drástica respecto al delantero colombiano Andrés Peralta, quien fue separado del plantel debido a varios actos de indisciplina que empañaron su breve paso por Boedo. A tan solo dos meses de su arribo al Ciclón, y con apenas 98 minutos disputados, Peralta dejó una marca imborrable con un gol a Racing que lo convirtió en héroe por una noche, pero su falta de compromiso profesional lo ha puesto en el centro de la polémica y a un paso de la salida definitiva del club.
La situación de Andrés Peralta generó revuelo en San Lorenzo, y el propio entrenador, Miguel Ángel Russo, se pronunció al respecto con un tono que mezcló firmeza y decepción. “No tengo mucho más para decir, tomé una decisión y listo. Tiene que ver con todo lo relacionado a ser profesional”, expresó Russo en una conferencia de prensa tras el empate ante Lanús por la undécima fecha del Torneo Apertura. Aunque el técnico, con vasta experiencia en el fútbol argentino, ha enfrentado situaciones similares a lo largo de su carrera, se lo notó triste por el destino del colombiano, en quien había depositado buenas expectativas desde su llegada al club a principios de año. “Es muy joven, viene de un fútbol distinto, a veces hay que medir los tiempos”, había dicho Russo tras el recordado gol a Racing, mostrando cautela pero también esperanza en el potencial del delantero.
La determinación del club fue clara: Peralta debe entrenarse de manera diferenciada, a contraturno del resto del plantel y bajo la supervisión de otro preparador físico. Actualmente, el delantero trabaja junto al juvenil Francisco Perruzzi, quien tampoco es tenido en cuenta por el cuerpo técnico de Russo, mientras se resuelve la cuestión administrativa y económica para rescindir el vínculo. Este proceso, sin embargo, no será sencillo. El contrato de Andrés Peralta con San Lorenzo se extiende hasta diciembre de este año, y las negociaciones para su salida están lejos de resolverse. El futbolista se muestra inflexible y exige cobrar todo el contrato para firmar la desvinculación, mientras que el Ciclón propone pagarle solo hasta marzo, amparándose en una cláusula que, según el club, le permite dar por terminado el vínculo por los actos de indisciplina.
La situación se complica aún más por la postura del Cúcuta Deportivo, el club colombiano dueño del pase de Peralta. Según trascendió, el Cúcuta no acepta el regreso del jugador y se niega a hacerse cargo de su sueldo, lo que deja al delantero en un limbo contractual. Este conflicto entre las partes involucradas genera incertidumbre sobre cómo se resolverá la historia de Peralta, quien llegó a San Lorenzo con la ilusión de consolidarse en el fútbol argentino pero ahora enfrenta un futuro incierto, tanto en lo deportivo como en lo económico.
El caso de Andrés Peralta no es el primero de este tipo en la historia reciente del Ciclón, un club que ha lidiado con situaciones similares en el pasado, como las de Jonathan Herrera o Ezequiel Cerutti, quienes también fueron separados por problemas de conducta. Sin embargo, el contexto actual del equipo, que se encuentra en la pelea por los primeros puestos del Torneo Apertura, hace que este episodio sea particularmente sensible. San Lorenzo necesita mantener la armonía en el plantel para enfocarse en sus objetivos deportivos, y la salida de Peralta, aunque necesaria según la dirigencia, debe resolverse de manera rápida para evitar mayores distracciones.
Mientras tanto, los hinchas del Ciclón recuerdan con nostalgia el gol a Racing que Peralta marcó en el Pedro Bidegain, un cabezazo agónico que selló una victoria por 3-2 y que significó el regreso del equipo a los triunfos en clásicos tras casi dos años. Aquel momento, que generó una explosión de alegría en Boedo, contrasta con la realidad actual del delantero, quien ahora entrena al margen del grupo y enfrenta un futuro incierto. Entre las exigencias económicas del jugador, la postura del club y la negativa del Cúcuta, el desenlace de este conflicto promete mantener en vilo a los seguidores de San Lorenzo en las próximas semanas.