«QUIERO CUMPLIR EL SUEÑO DE JUGAR EN SAN LORENZO».

El volante ofensivo, Alexis Messidoro, dialogó vía Instagram con San Lorenzo de América Multimedio, y se refirió a su fanatismo por San Lorenzo y a su actualidad en el fútbol venezolano.

«Me quedé sólo en Mérida, prefiero estar con mi hijo y mi mujer pero no me queda otra que quedarme acá porque no pude volver a Argentina», manifestó sobre cómo está viviendo el aislamiento obligatorio por la pandemia de COVID-19.

Además, agregó: «Acá se puede salir a comprar y siempre con barbijo pero hasta las dos de la tarde. Por la mañana entrenamos, hay un lugarcito acá en el hotel para entrenar, y está el chef».

El mediocampista de 22 años surgió como una de las máximas promesas de las diviones inferiores de Boca Juniors. Por tal motivo, deslumbró al cuerpo técnico de Guillermo Barros Schelotto que lo sumó al primer equipo. Su debut oficial con la camiseta Xeneize fue el 16 de abril de 2016 frente a Aldosivi, en donde jugó todo el partido y hasta se dio el lujo de convertir.

No obstante, su primer gol fue en un amistoso: «En el 2016, en el debut en el torneo de verano contra Emelec, hice mi primer gol. No le di mucha importancia y no me puse presión por todo lo que hablaba el periodismo, sobretodo por mi apellido», resumió.

«Siempre que puedo y estoy en Argentina voy a la cancha, ahora estoy llevando a mi hijo de dos años. Soy de San Lorenzo porque en mi familia somos todos cuervos».

«El Pipi Romagnoli me regaló y me firmó la camiseta y yo le regalé una de Boca. La tengo en mi bolsito con todas las camisetas que quiero. Me gustaba mucho la Gata Fernandez cuando estaba en San Lorenzo, siempre lo miraba a él y al Pipi», reveló.

También admitió haber presenciado la consagración en la Copa Libertadores del equipo dirigido por el Patón Bauza: «Fuí solo porque mi hermano no me quiso acompañar. Fue re emotivo, unos nervios terribles. Fuí sin entrada porque no había conseguido pero pude entrar por unos conocidos e ingresé unos diez minutos después de que había empezado el partido».

«Ese partido, en la semana previa, mi hermano me preguntó ¿Qué haces si le haces un gol a San Lorenzo? y le dije no sé cómo reaccionaría, creo que no lo podría gritar. Dio la casualidad que le hago el primer gol y no lo grito, y todos mis compañeros me fueron a abrazar y me decían gritalo, pero no me salió, no podía», confesó sobre la vez que le tocó enfrentar en Reserva al club de sus amores.

«Tenía un tatuaje de San Lorenzo pero me lo tuve que tapar cuando fuí a hacer la primera pretemporada con Boca, tenía las iniciales en el pecho, pero el Flaco Schiavi me dijo que me lo tape».

Siguiendo con este tema añadió: «En la Pretemporada cuando presentan a los chicos que suben por primera vez y el profe preguntó de qué cuadro éramos y dije que era de San Lorenzo, me empezaron a gritar».

En cuanto a su presente en Estudiantes de Merida, en donde llegó con el pase en su poder y está disputando la Copa Libertadores (integra el Grupo de Racing), dijo que en el último partido del torneo había convertido, y que venía jugando bien hasta que se paró el fútbol.

» Hace seis meses, Estudiantes me abrió las puertas del club, me brindó la posibilidad de volver al ruedo y vamos a intentar de dar lo mejor, de responder adentro de la cancha como ellos respondieron por mí», resaltó.

Por último, dejó en claro sus objetivos de cara al futuro: «Creo que Boca es una parte del pasado en mi carrera, ahora tengo otra meta de poder adaptarme y acomodarme en el fútbol y después poder cumplir el sueño de jugar en San Lorenzo», cerró.