San Lorenzo volvió a dar lástima, ahora en Mar del Plata; a pesar del mal arbitraje, en el juego y lo anímico fue un escándalo.
La “tragedia” era el teatro de los griegos, casi un sinónimo. El drama lo mismo. La comedia fue posterior. Lo visto ayer fue un espectáculo muy difícil de digerir. Hace un par de días apenas, en este sitio, hicimos hincapié en los números que hablaban de un equipo descontrolado mirando cantidad de fouls, amarillas y expulsados. Con las 3 rojas que mostró Rapallini a los nuestros, son 9 en 22 partidos. O sea, una vez cada tres partidos, al menos, San Lorenzo también da ventaja numérica. Las 3 me parecieron exageradas, pero a la estadística eso no le importa.
Ver el teatro de Ortigoza y Cauteruccio, cuando hace 7 años, un 13 de agosto, uno ejecutó el penal que generó el otro duele. Desconozco cómo era su relación de compañeros, pero es una pena. Y otra vez deja ver el total descontrol que es San Lorenzo a nivel club. Terminó en corrida de los suplentes al vestuario y “coso”. Todo lamentable, trágico.
También se habla de tragedia cuando muere mucha gente, o cuando ocurre una catástrofe. Y en San Lorenzo hoy estamos a poco de esa metáfora. Y si nadie da la cara, ojo, porque la gente está muy nerviosa y difícilmente el Bidegain siga tan light como hasta ahora los acontecimientos. Digo, a mí no me gustaría estar en los zapatos de los responsables de fondo. Los de saco y corbata, los de tragedia…