San Lorenzo encara el último partido de un año muy triste deportiva e institucionalmente hablando, en medio de una pavorosa incertidumbre.
Son muchos los temas que no tienen respuesta en la actualidad maltratada de San Lorenzo y no son menores. Hay un par que van íntimamente relacionados, a saber: la deuda a Palestino por la inhibición FIFA/TAS, el consecuente mercado de pases y, en esa espera, la contratación se un técnico. ¿Vos sabés algo..?
A esta cuestión le sumamos el potencial despertar de la licencia del presidente que ganó las elecciones y eligió hibernar. Y en esa dirección, el arco Arreceygor suelta una “amenaza” o advierte que renunciaría a sus cargos ante un eventual regreso. Ojo, dicen que se llevan fenómeno. El párrafo anterior, por supuesto, también depende de este porque una cosa es Pomelo tratando de recortar gastos con Cetto y otra es Marcelo firmando contratos a dólar libre. ¿Vos sabés algo..? Yo tampoco.
Al no haber compromiso internacional en el presupuesto 2022, cobra importancia vital un acuerdo con un sponsor de peso en billetes para poder equilibrar las cuentas rotas. Y esto también se da la mano con el perfil del DT que pueda venir, no? Arcas pobres, torneo local, promedio debilitado y Copa Argentina, es lo que hay. Todos los apellidos en la danza del cuerpo técnico se enfriaron, pero el plantel volvería al trabajo el 3 de enero. ¿Vos sabés algo..? No, ni idea.
¿Y de la vuelta a Boedo, la cancha y la Ley de Rezonificación..? Cero. ¿De los jugadores que estaban a préstamo? No, tampoco. ¿San Lorenzo va a algún lugar a hacer pretemporada? En fin, son un montón de preguntas y nadie que las responda. Se vienen las vacaciones.
