El clásico con Huracán de esta tarde, puesto en perspectiva, es un llamado de atención elocuente de lo que se avecina en San Lorenzo.
Pensaba en las atípicas condiciones en que palpitamos esta nueva edición del partido con el clásico rival que nos tocó y, hay que sincerarse, esta vez vamos de punto y con palpitaciones. Los nervios de la semana son innegables pero, si me permiten, también innecesarios. Minada de errores no forzados la actualidad. Con un sábado “raro”, de mínima, con visitas y caras conocidas pero no sé si deseadas, traigo una teoría para ejercitar el cerebro.
Lo que invito a masticar es lo siguiente: hay que pensar en ser algo parecido al club rival (pero no enemigo) un par de años, porque de hecho ya lo somos pero con un poco más de glamour, para despojarse de los inútiles, los oportunistas, los chorros y, de una buena vez, devolverle salud e identidad a San Lorenzo de Almagro. Y eso, gente, debe hacerse ya desde Boedo. Para legitimar lo que fuimos y traerlo “back to the future”.
Rotos los coloridos espejos de Crespo y Heinze, esta semana se empezarán a escuchar los nombres que hoy son el talle real de la ropa de laburo en CASLA. Esos dos gringos están para otra cosa hoy, no para manchar su joven carrera llegando a un club en el que nadie gestiona o el que lo hace, lo hace mal. Serán tiempos de polenta y asado de vaca flaca o vieja, de vez en cuando y con viento a favor.
La refundación es ya, porque si no es re fundición, cuac. Y es muy necio el que no lo vea así o crea que otra vez vamos a ir a cobijarnos en la billetera del “líder” pero esta vez saldrá bien. Porque aparentemente, y tenemos que presumir o armar un rompecabezas de averiguaciones o tuits no oficiales, porque no hay comunicación del club nunca, la actual gestión que no comulga mucho con las formas de Tinelli (porque así lo ha dicho en reportajes Pomelo Arreceygor), lo habría llamado para pedirle una mano. Ah re… ceygor. Parece un chiste y un poco me supera el entendimiento modesto y acotado de que dispongo. En defnitiva, es la realidad.
Hay que hacer borrón y cuentas nuevas. Hay que borrar un montón de apellidos para siempre. El oficialismo tiene todo para irse con una imagen más cercana a lo que alguna vez fue porque, evidente, tiene tiempo hasta las próximas elecciones. Pero no parecen llevarse muy bien, o siquiera comunicarse entre ellos. A diferencia de la entidad de Parque de los Patricios, en San Lorenzo hay mucho más para poder explotar y monetizar. Pero no parece haber un plan, sólo una espiral de parches y renovación de caras, que siempre son las mismas, pero más viejas, cansadas y deterioradas. El cambio de paradigma llegó, hay que ponerle el pecho.
A las 18 hay un partido de fútbol, pero me parece anecdótico. El 4-4-2 me parece lo más sensato que ocurrió en San Lorenzo de la Copa América para acá. ¡VAMOS CICLÓN!